domingo, 8 de marzo de 2009

Porque sí

Realmente no sé en que consiste este impulso repentino de escribir, muchos lo explicarían como una respuesta lógica a la necesidad de llorar, de reir, de contorsionar el peso de mis remolinos enunciativos en palabras digeribles. Esta explicación convencional, comprensible, casi tangible no se acerca en lo más mínimo a ese nosequé que crece vigoroso en mis marañas-entrañas. Aunque no lo crea, ni lo crean, es más por un "porque sí". Por el árbol, por la mesa, por el vaso lleno, por el gato, por las hojas que cuelgan de mi tronco, y el picaflor que baila fuera de mi ventana, fuera de mis ojos, dentro igual, que importa. Podría citar infinidad de elementos que suelen parecer parte de mi esencia, si el ejercicio de ser fuese simple de relatar, juro que lo habría hecho así. Por ahora, creo que me limitaré a no alardear de pensador alocado, desaforado, vomitador de lamentos, creador de cualquier realidad "original". Basta con no saber, saber nada (aunque la nada ya es algo pero bueno) estoy aquí porque sí, no me hinchen eh! Si pudiera responder el por qué de escribir, sabría responder el por qué de todo y no estaría deslizando mis manos por este teclado.

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